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Pensó que no sería una buena idea acudir al lugar de trabajo de la víctima para sacar información sobre ella en el estado en el que empezó a encontrarse. Lo dejaría para más tarde.

– Hola detective. He oído tu mensaje. Perdona que no haya podido coger el teléfono pero estaba con un paciente ¿Qué ocurre? –

– Hola doctora. No me encuentro muy bien y había pensado que podía verte –

– Te noto algo alterado. Está bien. Dame unos minutos que cojo la agenda y hago unas llamadas a ver si los pacientes que tengo para hoy pueden aplazar sus citas. Enseguida te llamo –

– Gracias Natasha –

Nick no esperó la llamada para girar el volante y dirigirse en dirección a la consulta. Para cuando su iPhone volvió a sonar con la respuesta de la terapeuta, aquel ya estaba en los escalones que jalonaban la puerta del edificio donde aquella encantadora mujer trataba a la gente que como él tenían una tara en el cerebro.

Afortunadamente pudo despejar su agenda y tendrían un buen rato en el que compartir y ampliar su relación médico-paciente en busca de una mejoría  y unos progresos psicológicos para este último.

– Me cuesta respirar y no pienso con claridad. Se me agolpan en la mente ideas y recuerdos que en otras circunstancias seguro que no me harían sentir com me siento. Cosas sin una importancia vital pero que aún así me están agobiando – empezó a largar Nick ya sentado frente a ella en uno de los cómodos sofás que decoraban el gabinete.

– Vale. Cuéntame lo que has hecho hoy desde que te has levantado hasta que has notado a sentir lo que me estás diciendo… –


g_sayah


human_23.0

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Mucho se temía por su dilatada experiencia que la conversación con su amigo caracortada sería lo más interesante que le sucedería ese día, al menos eso pensaba a tenor de como había comenzado. Eso unido a su estado de ánimo, el cual , estaba en horas bajas. Pero estaba equivocado…

Cogió un coche de los sótanos de comisaría y mientras se dirigía a la empresa de Sarah iba pensando en lo que Stark le había soltado en su despacho: la inminente incorporación de su nuevo compañero.

De repente sintió una necesidad imperiosa de hablar con Natasha ya que empezó a notar un cierto agobio, y no sólo eso, advirtió también que el aire no le llenaba del todo los pulmones, experimentado cierta dificultad para respirar. Era una sensación nueva, que jamás había vivido, por lo que no pudo evitar asustarse un poco. Soltó una mano del volante para marcar el número de la consulta en su iPhone. Le saltó el buzón de voz, así que no tuvo otra que dejarle un mensaje después de oír la señal, lo que suelen indicarte esas jodidas voces – podían ser más agradables – pensó – Hola doctora. Necesito verte…


g_sayah


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Intento hacer memoria y viajar a un pasado más lejano, un pasado que me obliga a hacer un esfuerzo para encontrar en el desván de mi mente momentos donde aparezco de niño, un pasado del que mis recuerdos son gratos.

Una plácida infancia, una feliz pubertad y no menos mala la adolescencia van jalonando unos primeros lustros de mi complicada vida.

Historias de canicas y estampitas de fútbol, de calles sin asfaltar por donde baja el agua cuando llueve por un irregular surco forzado, una lluvia que fabrica enormes charcos de barro sobre los que saltar, lo que acarreaba una inevitable bronca de mamá cuando llegabas a casa hecho un cromo.

Jugar a piola, la lima, la mosca, el elástico…

– ¿Y los veranos? – Era complicado ver la playa, que aunque estaba cerca, visitarla era casi un sueño inalcanzable, por lo que calmábamos el sofocante calor del sur llenando globos con agua deseando que alguien te rompiera uno bien grande lo más pronto posible, y otra vez mamá dándote la bronca, pero intentando siempre aguantar una sonrisa de complicidad.

Recuerdo un día que le dije a mi padre – papá quiero una bici por lo Reyes – y él me dijo – ya veremos – Todos sabemos que ese ‘ya veremos’ suele ser un ‘no’, pero ese año – yo tendría que andar por los siete u ocho – me llevé una de las sorpresas más grandes de mi vida…


g_sayah


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Sucintamente le trasladó al capitán la conversación que mantuvo con los padres de Sarah.

– Se puede extraer poco, salvo que por lo visto era una chica muy reservada, con pocas amistades, y que se sepa, tampoco mantenía ninguna relación íntima, y si lo hacía, nadie lo sabe –

– ¿Has ido al sitio en el que trabajaba? –

– No. Pensaba hacerlo ahora. No quería ir sin ponerte al día –

– Está bien. Luego me cuentas si sacas algo allí. Por cierto, tu nuevo compañero llega mañana –

– ¡Mierda! – pensó Nick…


g_sayah


relato_26.0


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recuperar el tiempo perdido_


A Marco, se lo decía un amigo suyo que le triplicaba la edad – Intenta disfrutar todos los momentos que puedas con tus seres queridos, que la vida es efímera y sólo se vive una vez – 

– Que pesado – pensó.

Cierto es que los consejos que nos dan, son meras palabras que no nos molestamos en tomarnos en serio y desdeñamos a la primera. Decía aquel que los consejos los puedes tomar o dejar, pero la verdad es que normalmente optamos por la segunda opción.

Marco siempre buscaba cualquier excusa para no pasar a ver a sus padres. Contaba con los dedos de una mano las visitas al hogar familiar, en otra hora cálido y entrañable. Había dejado de valorar ciertos aspectos en su vida desde que se independizó, alquilando un desvencijado apartamento en la calle 23.

Hoy, un lunes cualquiera, mientras sorbía de una taza el café que acababa de hacerse en su minicocina, lo sopesaba y a la vez se arrepentía. Hacía varios años que su padre no estaba, y no podía evitar recordar el consejo que le dieron en su día, y es que recuperar el tiempo perdido ya no era posible…


g_sayah


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Estaba recogiendo sus pocas y míseras pertenencias cuando Nick llegó a su altura.

– ¿Te vas? –

– Hola detective. Si. Hoy la mañana no da para mucho más –

– ¿Un mal día? –

– Como otro cualquiera. Ni bueno ni malo, según se mire. La gente no es muy solidaria con tipos como yo. Pero bueno, no me quejo. ¿Y tú cómo lo llevas? –

– Ni bien ni mal, para que quejarse – 

Caracortada sonrió. Después se cercioró de lo que Nick traía en las manos.

– Toma. Es para ti. Esperaba que compartiéramos un rato de charla mientras almuerzas algo, a no ser que tengas otros planes –

– A dónde voy no creo que me echen en falta –

Indigente e detective se sentaron en un banco de un parque cercano. Este le contaba lo que había estado haciendo durante la mañana, sin entrar en muchos detalles, por supuesto. Aquel asentía con la boca llena dando buena cuenta del arroz con verduras entre sorbo y sorbo de café.

– Se te ha olvidado el pan… –


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– A partir de ahora dejaremos de actuar sobre el terreno, así que quiero que desaparezcas durante un tiempo –

El sicario asintió con la cabeza mientras tomaba un sorbo de café mirando a los ojos a aquel concejal corrupto y sin escrúpulos. Pensaba en lo sencillo del trabajo por esta vez, lo que le daba muy mala espina.

Su siguiente cita, visitar a un juez y a un fiscal, ambos en nómina. Los sobres preparados con dinero en efectivo difícilmente rastreable, y guardados en el interior de su portafolios de piel negra junto a su inseparable 9 mm y una grabadora…


g_sayah


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Cerca de una hora estuvo revisando la habitación de Sarah, una habitación bastante impersonal, por cierto, lo que no le extrañó mucho a tenor de lo que los padres le habían contado de ella.

Nada de fotos, carencia de recuerdos, unos recuerdos representados por objetos que la mayoría de nosotros solemos coleccionar a lo largo del tiempo en nuestro reducto habitacional. Efectos que guardamos muchas veces por lástima a que sean arrojados al cubo de la basura, sinceramente, puesto que los mejores recuerdos los tendremos siempre en el pabellón mental que tenemos dentro del cráneo. Todo lo contrario, una cama sobria, paredes vacías, salvo un par de estantes con un par de libros, una vela en el alféizar de la ventana, un escritorio que sin ordenador había quedado completamente huérfano, y la ropa, toda guardada en un desolado armario y una vieja cómoda.

– la ausencia de todo tiene que llevarme a algo – pensó.

Cuando terminó, había consumido el tiempo de la mañana, por lo que la idea de acudir al trabajo de Sarah la pospuso para la tarde. Los padres le comentaron que seguramente encontraría a alguien allí hasta las cinco, ya que esa era la hora a la que ella solía llegar a casa, y raramente se entretenía cuando salía de la oficina.

Tenía hambre, por lo que antes de subir a ver al capitán para darle novedades almorzó en el Deli & Grocery que solía frecuentar. Sopa, arroz con verduras y una Coca-cola zero. Pidió que le pusieran lo que le sobró para llevar más un par de cafés, por si se cruzaba con caracortada…


g_sayah


relato_25.0


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Salió de ‘La Tasca de Manué’ y casi se va al suelo al intentar bajar los dos escalones que jalonaban la entrada. Apenas si podía sostenerse en pie, menos aún, enfrentarse a obstáculos como aquellos.

No se podía estar más ebria. Ni diez personas juntas bebían lo que Montserrat era capaz de beber, claro que eso no era lo que su hígado le dictaba, hígado que según su médico de familia, Pepe, el de toda la vida, le había advertido que pocas gotas más de alcohol podría destilar.

Marco, su marido, también le había dado un ultimátum hace unos días. Le dijo que tenía que parar, rehabilitarse, tratar esa terrible adicción y enderezar su vida, para que a su vez se enderezara la de ambos. Una relación torcida desde hace años debido a su terrible y continua conducta alcohólica, aunque quizá que detrás de esto hubiese algo que estaba siendo solapado con la bebida. Su amado esposo le repetía constantemente que se pusiera en manos de profesionales, que ellos sabrían cómo su mujer podría gestionar el problema o los problemas que tenían, pero ella negaba la mayor. 

Ya no aguantaba más, se le había agotado la paciencia, y ahora estaba desapareciendo el amor y el cariño de manera paulatina e inevitable.

A pesar del embotamiento mental provocado por las bebidas espirituosas, todavía le quedaba capacidad para pensar y elegir correctamente. O rectificaba, o seguía ahogando su pasado en un presente rebosante de alcohol, el cual iba a destrozar un futuro, que de seguir así no le depararía nada bueno, todo lo contrario, su destino sería dar una paseo cogida de la mano de  ‘La Parca’…


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