Pensó que no sería una buena idea acudir al lugar de trabajo de la víctima para sacar información sobre ella en el estado en el que empezó a encontrarse. Lo dejaría para más tarde.
– Hola detective. He oído tu mensaje. Perdona que no haya podido coger el teléfono pero estaba con un paciente ¿Qué ocurre? –
– Hola doctora. No me encuentro muy bien y había pensado que podía verte –
– Te noto algo alterado. Está bien. Dame unos minutos que cojo la agenda y hago unas llamadas a ver si los pacientes que tengo para hoy pueden aplazar sus citas. Enseguida te llamo –
– Gracias Natasha –
Nick no esperó la llamada para girar el volante y dirigirse en dirección a la consulta. Para cuando su iPhone volvió a sonar con la respuesta de la terapeuta, aquel ya estaba en los escalones que jalonaban la puerta del edificio donde aquella encantadora mujer trataba a la gente que como él tenían una tara en el cerebro.
Afortunadamente pudo despejar su agenda y tendrían un buen rato en el que compartir y ampliar su relación médico-paciente en busca de una mejoría y unos progresos psicológicos para este último.
– Me cuesta respirar y no pienso con claridad. Se me agolpan en la mente ideas y recuerdos que en otras circunstancias seguro que no me harían sentir com me siento. Cosas sin una importancia vital pero que aún así me están agobiando – empezó a largar Nick ya sentado frente a ella en uno de los cómodos sofás que decoraban el gabinete.
– Vale. Cuéntame lo que has hecho hoy desde que te has levantado hasta que has notado a sentir lo que me estás diciendo… –
g_sayah