Tras un rápido repaso, en principio no notó que le faltara nada, y se preguntó quién había estado allí y qué buscaba…
Por mucho que lo intentaba no podía encontrar la relación de un registro así con cualquier acontecimiento, lugar o persona que tuviese que ver con ella. Seguro que habría motivos y alguna conexión, pero en ese momento no se le ocurría nada.
Lo que si se le ocurrió fue llamar a su jefe, mejor que a la policía. El sabría qué hacer en estos casos mejor que nadie, sin ninguna duda, él actuaría sin vacilar ni equivocarse, ya que Silvia se temía que aquí no habría margen para el error. – Si, ¿jefe? Creo que tenemos un problema. Si, al llegar del viaje me he encontrado mi apartamento patas arriba, todo revuelto. No lo sé. En principio no parece faltar nada, sabes que yo no suelo traerme el trabajo aquí y tampoco tengo cosas de valor. Está bien, perfecto. Estamos en contacto.
Mario, su jefe, apodado ‘el francotirador’, debido a su pasado como agente de campo en diferentes países y multitud de conflictos bélicos, le ordenó a Silvia que cogiera lo imprescindible y se perdiera unos días, que él se encargaría de todo.
Metió en su mochila Kanken una muda limpia, su Mac y un par de novelas junto con su 9 mm. Llamaría a Rubén que seguro estaría encantado de volver a verla, al igual que ella a él. Le diría que se cogiera unos días libres para estar juntos y recuperar el tiempo que habían estado sin verse.
Rubén trabajaba como freelance para diferentes periódicos. Se conocieron en el Líbano, donde él cubría las noticias sobre el conflicto armado que se estaba produciendo en esos momentos, mientras ella cumplía uno de esos encargos clandestinos que su agencia le mandaba. Evidentemente, aquel desconocía realmente a que se dedicaba esa chica tan dulce y simpática, y hasta ahora su tapadera le había funcionado. Silvia para Rubén y el resto del mundo era una tratante de arte que viajaba constantemente por motivos de trabajo.
Le saltó el contestador y decidió no dejarle ningún mensaje – Bueno, me tomaré un café por la Gran Vía mientras leo un rato, a ver si consigo despejarme y relajarme un poco, y más tarde lo vuelvo a intentar… –
g_sayah