Que todo vuelva a ser como antes. Se lo había propuesto en numerosas ocasiones. Una sensación de inseguridad la invadía, el temor a que se volviera a repetir no desaparecía.
Un desequilibrio que tras años de una total falta de conciencia, había cambiado su vida, haciendo que caminara cual alma en pena, perdida en un purgatorio destinado a los más desgraciados.
Una insufrible adicción a la que recurrió en un momento que no sabría precisar. Adicción enmascarada de placer y satisfacción. Adicción que había roto su familia, acabado con su profesión, destrozado los lazos que le unían a sus amigos…
Maldita adicción…
G. Sayah