
– Hola Erika. ¿Puedo llamarte Erika? –
– Si, claro. –
– Mi nombre es Minna y soy inspectora de policía. Este es mi compañero, el inspector Erik. –
– Hola. –
– Nos a dicho el doctor que te sientes algo mejor, por lo que pensamos que podrías contestarnos a algunas preguntas sobre lo que te ha ocurrido. –
– Está bien, pero me temo que voy a serles de poca ayuda, no recuerdo casi nada de lo que me ha pasado. –
– Bueno, no te preocupes, cualquier detalle, por nimio que te parezca nos puede servir, a sí que si quieres, empecemos por el principio. ¿Te acuerdas de lo que hiciste cuando saliste de trabajar? –
– Si, de eso si me acuerdo. No sabría exactamente la hora, pero me apetecía tomar algo tranquilamente, sola, y pasé por un pub antes de ir casa. –
– ¿Recuerdas que pub era? ¿Cómo se llamaba? – Preguntó Erik.
– Si, Era el Rick’s Pub. No suelo frecuentarlo, pero cuando decido tomar una copa o un café voy por allí. –
– ¿Porqué? ¿Te pilla de paso quizás? ¿Lo tienes cerca del trabajo o de casa? – Preguntó Minna.
– Si, lo tengo a medio camino de las dos cosas y es un lugar tranquilo. –
– Supongo que ayer fuiste caminando. –
– Si. Aunque de vez en cuando voy en bici si el tiempo acompaña. Suelo evitar el coche. Lo normal es que coja el metro para ir a la oficina y vuelva dando un paseo. –
– Lo que se supone que hiciste ayer, ¿verdad? –
– Exacto. – Contestó Erika.
– Bueno, y que puedes decirnos de lo que hiciste en el bar. – Dijo Minna.
– Pues lo último que recuerdo es que no había mucha gente. Pedí un cóctel y al poco tiempo se me acerco un chico bastante simpático que me invitó a una copa, bueno, a una cerveza sin alcohol, de eso me acuerdo perfectamente. Luego empezamos a charlar y a partir de ahí lo tengo todo borroso, mejor dicho, no me acuerdo de nada, hasta que me vi atada y desnuda en medio de aquel callejón. –
Minna y Erik pensaron al unísono que ese era un hecho que hasta ahora no se había dado en el curso de la investigación, y no dudaban de su vital importancia.
G. Sayah
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...