human_25.0


7904529E-B851-4A1E-9BDB-A6B315E8EE4B


Un despreciable ser acababa de comenzar su obra, así la llamaba. Un sociópata que con lo que le había hecho a Sarah alcanzó un nivel de éxtasis cercano al clímax. Lamentó no haber empezado antes aquellos actos que le habrían de reportar sensaciones inimaginables en el pasado, un pasado vacío, una vida superflua, un trabajo aburrido, una tormentosa relación maternal, ya que pasaba horas y horas cuidando de ella, postrada en la cama debido a una grave enfermedad. Todo conducía a una rutina tediosa, un día a día inapetente que le hacía encontrarse con frecuencia reflejado en el espejo a un ser cuya alma se deterioraba por momentos.

Aquella mañana decidió dar el paso y por fortuna todo salió bien, como lo había planeado. Lo sentía por la chica, pudo ser otra cualquiera pero así era la vida, le tocó a ella y lo que verdaderamente importaba era que él disfrutó de la experiencia, deleitándose como nunca, entrando en un estado de embriaguez mental que le hizo empezar a planear su siguiente acto macabro.

Saldría de caza esa noche, aunque antes, como buen depredador debía observar a su siguiente víctima. Acechar, analizar, meditar los pasos a dar, planear… todo, antes de consumar…


g_sayah


human_24.0


6E6BA9D1-C126-4E88-AB43-CFAC81E58CF2_4_5005_c


Pensó que no sería una buena idea acudir al lugar de trabajo de la víctima para sacar información sobre ella en el estado en el que empezó a encontrarse. Lo dejaría para más tarde.

– Hola detective. He oído tu mensaje. Perdona que no haya podido coger el teléfono pero estaba con un paciente ¿Qué ocurre? –

– Hola doctora. No me encuentro muy bien y había pensado que podía verte –

– Te noto algo alterado. Está bien. Dame unos minutos que cojo la agenda y hago unas llamadas a ver si los pacientes que tengo para hoy pueden aplazar sus citas. Enseguida te llamo –

– Gracias Natasha –

Nick no esperó la llamada para girar el volante y dirigirse en dirección a la consulta. Para cuando su iPhone volvió a sonar con la respuesta de la terapeuta, aquel ya estaba en los escalones que jalonaban la puerta del edificio donde aquella encantadora mujer trataba a la gente que como él tenían una tara en el cerebro.

Afortunadamente pudo despejar su agenda y tendrían un buen rato en el que compartir y ampliar su relación médico-paciente en busca de una mejoría  y unos progresos psicológicos para este último.

– Me cuesta respirar y no pienso con claridad. Se me agolpan en la mente ideas y recuerdos que en otras circunstancias seguro que no me harían sentir com me siento. Cosas sin una importancia vital pero que aún así me están agobiando – empezó a largar Nick ya sentado frente a ella en uno de los cómodos sofás que decoraban el gabinete.

– Vale. Cuéntame lo que has hecho hoy desde que te has levantado hasta que has notado a sentir lo que me estás diciendo… –


g_sayah


human_23.0

human_23.0


Mucho se temía por su dilatada experiencia que la conversación con su amigo caracortada sería lo más interesante que le sucedería ese día, al menos eso pensaba a tenor de como había comenzado. Eso unido a su estado de ánimo, el cual , estaba en horas bajas. Pero estaba equivocado…

Cogió un coche de los sótanos de comisaría y mientras se dirigía a la empresa de Sarah iba pensando en lo que Stark le había soltado en su despacho: la inminente incorporación de su nuevo compañero.

De repente sintió una necesidad imperiosa de hablar con Natasha ya que empezó a notar un cierto agobio, y no sólo eso, advirtió también que el aire no le llenaba del todo los pulmones, experimentado cierta dificultad para respirar. Era una sensación nueva, que jamás había vivido, por lo que no pudo evitar asustarse un poco. Soltó una mano del volante para marcar el número de la consulta en su iPhone. Le saltó el buzón de voz, así que no tuvo otra que dejarle un mensaje después de oír la señal, lo que suelen indicarte esas jodidas voces – podían ser más agradables – pensó – Hola doctora. Necesito verte…


g_sayah


human_22.0


human_22.0


Sucintamente le trasladó al capitán la conversación que mantuvo con los padres de Sarah.

– Se puede extraer poco, salvo que por lo visto era una chica muy reservada, con pocas amistades, y que se sepa, tampoco mantenía ninguna relación íntima, y si lo hacía, nadie lo sabe –

– ¿Has ido al sitio en el que trabajaba? –

– No. Pensaba hacerlo ahora. No quería ir sin ponerte al día –

– Está bien. Luego me cuentas si sacas algo allí. Por cierto, tu nuevo compañero llega mañana –

– ¡Mierda! – pensó Nick…


g_sayah


human_21.0


human_21.0


Estaba recogiendo sus pocas y míseras pertenencias cuando Nick llegó a su altura.

– ¿Te vas? –

– Hola detective. Si. Hoy la mañana no da para mucho más –

– ¿Un mal día? –

– Como otro cualquiera. Ni bueno ni malo, según se mire. La gente no es muy solidaria con tipos como yo. Pero bueno, no me quejo. ¿Y tú cómo lo llevas? –

– Ni bien ni mal, para que quejarse – 

Caracortada sonrió. Después se cercioró de lo que Nick traía en las manos.

– Toma. Es para ti. Esperaba que compartiéramos un rato de charla mientras almuerzas algo, a no ser que tengas otros planes –

– A dónde voy no creo que me echen en falta –

Indigente e detective se sentaron en un banco de un parque cercano. Este le contaba lo que había estado haciendo durante la mañana, sin entrar en muchos detalles, por supuesto. Aquel asentía con la boca llena dando buena cuenta del arroz con verduras entre sorbo y sorbo de café.

– Se te ha olvidado el pan… –


g_sayah


human_20.0


human_20.0


Cerca de una hora estuvo revisando la habitación de Sarah, una habitación bastante impersonal, por cierto, lo que no le extrañó mucho a tenor de lo que los padres le habían contado de ella.

Nada de fotos, carencia de recuerdos, unos recuerdos representados por objetos que la mayoría de nosotros solemos coleccionar a lo largo del tiempo en nuestro reducto habitacional. Efectos que guardamos muchas veces por lástima a que sean arrojados al cubo de la basura, sinceramente, puesto que los mejores recuerdos los tendremos siempre en el pabellón mental que tenemos dentro del cráneo. Todo lo contrario, una cama sobria, paredes vacías, salvo un par de estantes con un par de libros, una vela en el alféizar de la ventana, un escritorio que sin ordenador había quedado completamente huérfano, y la ropa, toda guardada en un desolado armario y una vieja cómoda.

– la ausencia de todo tiene que llevarme a algo – pensó.

Cuando terminó, había consumido el tiempo de la mañana, por lo que la idea de acudir al trabajo de Sarah la pospuso para la tarde. Los padres le comentaron que seguramente encontraría a alguien allí hasta las cinco, ya que esa era la hora a la que ella solía llegar a casa, y raramente se entretenía cuando salía de la oficina.

Tenía hambre, por lo que antes de subir a ver al capitán para darle novedades almorzó en el Deli & Grocery que solía frecuentar. Sopa, arroz con verduras y una Coca-cola zero. Pidió que le pusieran lo que le sobró para llevar más un par de cafés, por si se cruzaba con caracortada…


g_sayah


human_19.0


imagen_32.0


– No fui del todo sincera contigo la última vez que hablamos. Me refiero a lo de tomarnos una copa juntos. Lo siento pero como tu terapeuta no puedo, espero que lo entiendas –

– Osea, que me engatusaste para que acudiera a otra consulta ¿No? – dijo Nick con cierto tono de broma.

– No es eso – respondió ella sin captar el sarcasmo – Entiéndeme por favor. Me apetece mucho salir contigo, pero no puedo, sobre todo por que tu tratamiento puede verse afectado y eso es lo último que quiero que ocurra –

– No te preocupes. Me conformaré con las citas de la doctora Natasha –

– Quizás más adelante – dijo ella sonriendo –

– Claro. Te tomo la palabra –

– Y bien, cómo te ha ido esta semana… –


g_sayah


human_18.0


human_18.0


La segunda visita que le hizo a los padres de Sarah, la víctima, transcurrió en medio de un clima al menos tenso. Habían pasado un par de días y estaban algo más tranquilos. En las primera horas fue imposible hablar con ellos debido al estado de shock en el que se encontraban después de recibir la noticia de que habían perdido a su niñita, lo que es completamente lógico en estos casos, por eso Nick decidió darles tiempo para poder ahondar con mayor fluidez en la intimidad de esta.

Siguiendo el procedimiento habitual quiso saber sobre la relación de ellos como padres, sus amistades mas cercanas, si mantenía alguna relación íntima con alguien, con quién podía simpatizar en su entorno laboral, si parecía feliz con la vida que llevaba o en cambio se mostraba disgustada ante algo o alguien, aficiones, costumbres, rutinas…

De todo ello, lo mas sorprendente para Nick, y según los padres, era la falta de todo ello. Por lo visto, Sarah era una chica muy tímida y reservada para con su vida en general. No le conocían ninguna relación formal de pareja, no seguía una rutina fija, casi nunca quedaba con lo compañeros de la oficina después del trabajo, igual pasaba mucho tiempo en casa que salía sin decir a dónde iba y tardaba en llegar. Tampoco le conocían amistadas cercanas, ni hobbies. todo era harto extraño e inusual, pero no imposible. La raza humana puede adoptar comportamientos poco corrientes, extremos, normales y anormales, por increíble que nos parezca.

Los técnicos ya se habían llevado su ordenador y su smartphone para analizarlos, así que el detective no desdeñó un segundo vistazo a su dormitorio, el sancta sanctorum de la mayoría de los mortales que habitamos la tierra…


g_sayah


human_17.0


human_17.0


– Hola Nick, soy Bob. Los chicos han rastreado la partícula en cuestión. Lo que teníamos pendiente –

– Y qué me puedes decir  –

– Pues tengo una noticia mala y otra buena  –

– Empieza por la buena como no suele hacer nadie  –

– Debido al vertiginoso crecimiento de la población y la construcción de los principales rascacielos a primeros del siglo XX, la ciudad experimentó una serie de cambios arquitectónicos. Ese mineral tuvo que llegar de algún lugar para ser utilizado en las obras que se hicieran. Como te comenté, es muy poco corriente, y aquí en Nueva York se concentra en el oeste de la Isla, en la rivera del Hudson concretamente. Lo malo es que la zona abarca casi todo Manhattan, y puede estar presente en multitud de sitios. Desde parques, a edificios, pasando por calles, alcantarillado… –

– ¡Joder! ¡Eso es mucha tela que cortar! –

– Lo sé Nick, y lo siento, pero no podemos reducirlo más salvo que me traigas algo más con lo que cruzar lo que ya tenemos  –

– Entiendo Bob. Muchas gracias de todas formas y buen trabajo. Díselo a los chicos  –

– Nos vemos –

El detective colgó su iPhone un tanto decepcionado. Esperaba algo más. Hablaría con el capitán para que aumentara la presencia policial a lo largo del Hudson, mientras, él seguiría otras líneas en la investigación…


g_sayah


human_16.0


human_16.0


Se levantó de la mesa después de haberla ordenado un poco, aún así en ella reinaba el caos. Era como si desde lejos alguien se hubiera entretenido en lanzar folios, carpetas, bolígrafos, clips, grapas… aunque dentro de ese caos Nick encontraba el orden, un orden personal e incomprensible. Tampoco le importaba los comentarios que hicieran sobre ello sus compañeros, que lo hacían. No le llevó mucho tiempo, cogió su abrigo, subió al ascensor y mientras bajaba, decidió que iría dando un paseo. Antes entró en el 7-Eleven de al lado de comisaría y pidió un café para llevar – lo tomaré de camino – 

Llegó puntual a su cita con Natasha – 16:58 h – gracias a que iba bebiéndose su particular infusión mientras caminaba. Esta la recibió al instante, acababa de terminar con otro paciente. 

Nick era consciente de que no estaba atravesando uno de sus mejores momentos, su terapeuta lo sabía desde primera hora, y él, al principio reacio, por extraño que le pareciera ahora esperaba que aquellas visitas le ayudaran a atravesar el bache en el que se encontraba, con la esperanza de recuperarse al cien por cien.

La doctora le dedicó más de una hora y Nick ese día estuvo menos reservado que de costumbre, mostrando algo más lo que llevaba en su interior, describiendo su estado anímico como no lo había hecho hasta entonces, lo que paradójicamente le satisfizo. También a Natasha, que lo emplazó para la siguiente semana haciendo hincapié en los progresos que notaba y animándolo a que siguiera así, puesto que ese era el camino ideal para su total recuperación, sin caer nunca en el desaliento. Él accedió gustosamente, lo que no dejó de sorprenderlo, sentía ganas de continuar con aquello y no hallaba una explicación plausible – quizás sea ella la que hace que me plantee las cosas con otra perspectiva – pensaba.

Ya en la puerta de la consulta, antes de despedirse, el detective se atrevió a decirle alejándose de lo meramente formal y profesional, que accedería a venir a la siguiente sesión con una condición, lo que dejó a la doctora un poco descolocada – que nos tomemos una copa juntos – ella un tanto ruborizada no lo vio del todo claro, no debía intimar con sus pacientes.

– Está bien, pero sólo una copa. Aunque no creo que sea una buena idea que nuestra relación traspase las paredes de esta consulta… –


g_sayah