– Siento el retraso. ¿Llevas mucho esperando? –
– En absoluto. Prácticamente acabo de llegar –
– Anoche tardé en quedarme dormida y esta mañana me he tomado la licencia de retozar entre las sábanas un buen rato, y cuando me vine a dar cuenta se me había echado la hora encima –
– ¿Pero has descansado bien? –
– Estupendamente –
– Me alegro. Disculpa mi atrevimiento pero he ido pidiendo el vino ¿Te apetece? –
– Por supuesto –
Tomaron un par de copas mientras ojeaban tranquilamente la carta y elegían los platos para el almuerzo. Ella, ensalada de remolacha, rúcula y parmesano, él, risotto de setas y tomate seco.
Ya con el postre en la mesa, fue Rachel quien sacó el tema del día anterior. Vincent por su parte, estaba impaciente por lo que ella podría decirle. Fue directamente al grano diciéndole que estaría encantada de que su recuperada amistad avanzara poco a poco, y que la idea de ir compartiendo momentos encaminados hacia un futuro le atraía bastante, que lo bueno que había y que pudiera llegar superaba con creces sus dudas y sus temores.
Vinc, emocionado, y como si juguetonas mariposas revolotearan en el interior de su estómago, tomó la mano de ella, y con la otra alzó su copa. Entonces, por nosotros y por lo que el destino nos tenga deparado… –
g_sayah