memorias virtuales_3.0


relato_177.0


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– Sacudámonos las pulgas – me decía mi esposa ayer refiriéndose a que en cierto modo deberíamos soltar algo de lastre, o al menos es lo que yo entendí. Y cuando pienso en dicho lastre, supongo que será toda la mierda que llevamos soportando desde hace tiempo y aunque no quiera, de una u otra forma afecta a nuestra relación. Vale, hasta aquí todo perfecto. Decirlo es fácil, pero hacerlo… y en su caso parece que cuando lo hace, lo de sacudirse las pulgas, osea, los problemas, lo hace sobre mí, y descarga sobre mí una serie de dardos envenenados que al final minan aún más mis sentimientos y mi estado de ánimo. Pero bueno, hasta ahora aguanto, y si ello le viene bien y así se siente mejor, yo seré un poco más feliz. Además, estoy convencido de que no lo hace con mala intención. Mientrás, yo resistiré, y en la medida de lo posible intentaré ir guardando ciertas cosas que no merecen la pena en el desván de la memoria. Situaciones, hechos, palabras… poco prácticas, dejando el ático de dicha memoria para lo que si me merece la pena gastar energía y dedicarle tiempo, sobre todo por que el tiempo para mi es un bien muy preciado…


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microrrelato_13.0


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nostalgia_2.0

– Sin beso de buenas noches – pensaba Adrián inmerso en una soledad ya rutinaria en su día a día.

Aún recordaba aquella mañana camino del colegio con su hija, ahora con quince años, cuando entonces tenía nueve y le soltó la mano. Aquello fue el principio del fin. El principio de un alejamiento forzado por una inminente pubertad, que continuaría con una inevitable adolescencia.

La echaba de menos – es que me da vergüenza papi – le dijo en ese momento. Sin embargo, todavía albergaba la esperanza de que con el tiempo, esa relación padre-hija volviera a converger en un punto de amor y cariño ahora demasiado distanciada…


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human_18.0


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La segunda visita que le hizo a los padres de Sarah, la víctima, transcurrió en medio de un clima al menos tenso. Habían pasado un par de días y estaban algo más tranquilos. En las primera horas fue imposible hablar con ellos debido al estado de shock en el que se encontraban después de recibir la noticia de que habían perdido a su niñita, lo que es completamente lógico en estos casos, por eso Nick decidió darles tiempo para poder ahondar con mayor fluidez en la intimidad de esta.

Siguiendo el procedimiento habitual quiso saber sobre la relación de ellos como padres, sus amistades mas cercanas, si mantenía alguna relación íntima con alguien, con quién podía simpatizar en su entorno laboral, si parecía feliz con la vida que llevaba o en cambio se mostraba disgustada ante algo o alguien, aficiones, costumbres, rutinas…

De todo ello, lo mas sorprendente para Nick, y según los padres, era la falta de todo ello. Por lo visto, Sarah era una chica muy tímida y reservada para con su vida en general. No le conocían ninguna relación formal de pareja, no seguía una rutina fija, casi nunca quedaba con lo compañeros de la oficina después del trabajo, igual pasaba mucho tiempo en casa que salía sin decir a dónde iba y tardaba en llegar. Tampoco le conocían amistadas cercanas, ni hobbies. todo era harto extraño e inusual, pero no imposible. La raza humana puede adoptar comportamientos poco corrientes, extremos, normales y anormales, por increíble que nos parezca.

Los técnicos ya se habían llevado su ordenador y su smartphone para analizarlos, así que el detective no desdeñó un segundo vistazo a su dormitorio, el sancta sanctorum de la mayoría de los mortales que habitamos la tierra…


g_sayah


relato_24.0


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a mi amada esposa…

Sentados en su restaurante favorito, uno frente al otro, observaban la carta en silencio. Un italiano donde Anthony servía unos exquisitos platos que hacían de las cenas un placer inigualable desde el punto de vista culinario, por no hablar de los postres, capaces de hacerte llegar a un estado orgásmico. 

Elegidas las viandas, miradas cómplices, caricias tiernas, amor mutuo…

El local, pequeño, contaba con tan solo cuatro mesas, lo que hacía que fuese acogedor, cálido y sobre todo muy romántico, como ellos, Carla y Javier.

Solían ir todas las semanas, y es que desde que se conocieron, ya hacía casi diez años, aquel lugar sólo les traía buenos recuerdos. Allí se conocieron, cuando ella cenaba con unas amigas y él recogía unas pizzas para comer en casa con su hermano Ruben y unos amigos. Tocaba maratón de Marvel.

– ¿Qué piensas Javier? –

– En lo guapa que eres –

Ella le tomó una mano y la sujetó con fuerza al tiempo que le susurraba un ‘te quiero’.

Los dos al unísono sintieron mariposas en el estómago. De repente él se levantó sorprendiendo a Carla, que se preguntaba a donde iría. Anthony desde la cocina observaba la escena, pues sabía de antemano lo que iba a ocurrir, esbozando una cálida y tierna sonrisa que abarcaba su sonrojado rostro. 

Entonces Javier rodeó la mesa y en una décima de segundo se arrodilló a la izquierda de Carla, y al mismo tiempo que le tendía una pequeña caja  de color verde Tiffany que sacó de uno de sus bolsillos le dijo… – ¿Quieres casarte conmigo y envejecer a mi lado? – 


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memorias virtuales_2.0


relato_176.0



… y para cuando me vine a dar cuenta una gigantesca y pesada piedra oprimía mis entrañas, y negándome a una evidencia que no era capaz de ver, diciéndome que todo iba bien cuando no era así, poco a poco iba hundiéndome en un fondo de lodo, alejándome de todo lo que me rodeaba: familia, amigos, compañeros de trabajo, aficiones, inquietudes… y sin pensar en que podría necesitar ayuda, osado, valiente, creía que lo aguantaría todo. Que ingenuo. Por supuesto no fue así. Sucumbí. Una sucesión de hechos poco agraciados terminó por doblegarme y borrar del mapa lo que en algún momento de mi vida llegué a ser…


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human_17.0


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– Hola Nick, soy Bob. Los chicos han rastreado la partícula en cuestión. Lo que teníamos pendiente –

– Y qué me puedes decir  –

– Pues tengo una noticia mala y otra buena  –

– Empieza por la buena como no suele hacer nadie  –

– Debido al vertiginoso crecimiento de la población y la construcción de los principales rascacielos a primeros del siglo XX, la ciudad experimentó una serie de cambios arquitectónicos. Ese mineral tuvo que llegar de algún lugar para ser utilizado en las obras que se hicieran. Como te comenté, es muy poco corriente, y aquí en Nueva York se concentra en el oeste de la Isla, en la rivera del Hudson concretamente. Lo malo es que la zona abarca casi todo Manhattan, y puede estar presente en multitud de sitios. Desde parques, a edificios, pasando por calles, alcantarillado… –

– ¡Joder! ¡Eso es mucha tela que cortar! –

– Lo sé Nick, y lo siento, pero no podemos reducirlo más salvo que me traigas algo más con lo que cruzar lo que ya tenemos  –

– Entiendo Bob. Muchas gracias de todas formas y buen trabajo. Díselo a los chicos  –

– Nos vemos –

El detective colgó su iPhone un tanto decepcionado. Esperaba algo más. Hablaría con el capitán para que aumentara la presencia policial a lo largo del Hudson, mientras, él seguiría otras líneas en la investigación…


g_sayah


memorias virtuales_1.0


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relato_174.0


No recuerdo que día empezó todo, pero si recuerdo lo que pasó. Desgraciadamente. La muerte de mi padre. El comienzo de algo que hoy todavía está presente en mi vida junto con otros acontecimientos que expondré más adelante. Lo cierto es que el mundó cayó a plomo sobre mis hombros, unos hombros ingenuos que creían que podrían soportar todo lo que vendría después.

Un día como otro cualquiera estás comiendo en tu casa tranquilamente con tu mujer y tu hija y suena el teléfono – tu padre no se encuentra bien – me dice una voz al otro lado – más te vale darte prisa – dejo el plato inacabado y cuando llego a la casa de mis padres, el lugar donde crecí, me encuentro que  se le había parado el corazón, y así, sin más, todo acaba para él. El tiempo se detiene…

Después, ese tiempo sigue y te preguntas si podrías haber hecho algo más, tópico recurrente pero insalvable. Pasar más tiempo con él, conversando, compartiendo… quedándote una melancólica sensación y lamentándote por no haberle entregado más a un ser tan maravilloso, un ser que nos dejó demasiado pronto.

Terminando de escribir estas líneas pienso que sí, que en aquel fatídico momento en el que el puto destino decidió lo que decidió, empezó mi declive emocional, y ese mundo que en un principio cayó a plomo, más tarde terminó por hundirme…


g_sayah


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Se levantó de la mesa después de haberla ordenado un poco, aún así en ella reinaba el caos. Era como si desde lejos alguien se hubiera entretenido en lanzar folios, carpetas, bolígrafos, clips, grapas… aunque dentro de ese caos Nick encontraba el orden, un orden personal e incomprensible. Tampoco le importaba los comentarios que hicieran sobre ello sus compañeros, que lo hacían. No le llevó mucho tiempo, cogió su abrigo, subió al ascensor y mientras bajaba, decidió que iría dando un paseo. Antes entró en el 7-Eleven de al lado de comisaría y pidió un café para llevar – lo tomaré de camino – 

Llegó puntual a su cita con Natasha – 16:58 h – gracias a que iba bebiéndose su particular infusión mientras caminaba. Esta la recibió al instante, acababa de terminar con otro paciente. 

Nick era consciente de que no estaba atravesando uno de sus mejores momentos, su terapeuta lo sabía desde primera hora, y él, al principio reacio, por extraño que le pareciera ahora esperaba que aquellas visitas le ayudaran a atravesar el bache en el que se encontraba, con la esperanza de recuperarse al cien por cien.

La doctora le dedicó más de una hora y Nick ese día estuvo menos reservado que de costumbre, mostrando algo más lo que llevaba en su interior, describiendo su estado anímico como no lo había hecho hasta entonces, lo que paradójicamente le satisfizo. También a Natasha, que lo emplazó para la siguiente semana haciendo hincapié en los progresos que notaba y animándolo a que siguiera así, puesto que ese era el camino ideal para su total recuperación, sin caer nunca en el desaliento. Él accedió gustosamente, lo que no dejó de sorprenderlo, sentía ganas de continuar con aquello y no hallaba una explicación plausible – quizás sea ella la que hace que me plantee las cosas con otra perspectiva – pensaba.

Ya en la puerta de la consulta, antes de despedirse, el detective se atrevió a decirle alejándose de lo meramente formal y profesional, que accedería a venir a la siguiente sesión con una condición, lo que dejó a la doctora un poco descolocada – que nos tomemos una copa juntos – ella un tanto ruborizada no lo vio del todo claro, no debía intimar con sus pacientes.

– Está bien, pero sólo una copa. Aunque no creo que sea una buena idea que nuestra relación traspase las paredes de esta consulta… –


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microrrelato_12.0


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– Lo que usted diga doctor Frankenstein – cerró el libro incapaz de seguir leyendo. Sus pensamientos viajaban por otros derroteros…

…Un hombre sabio al que conoció hace tiempo le dijo – David, en esta vida, ineludiblemente, has de leerte dos novelas. Una rosa, en la que encontrarás todo lo agradable que aquella te depara. La otra es negra. Esta contiene lo malo, lo cruel, lo difícil y desagradable, lo que no queremos vivir, pero, que no evitaremos por más que lo intentemos –

El destino había hecho que David se viera inmerso en las páginas de la segunda demasiado pronto, dejándolo sin tiempo para poder ojear la primera.


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De nuevo regresaba mentalmente de aquel aciago día, de nuevo hacía muchísimo calor. De nuevo el sol caía a plomo sobre los afilados rascacielos, y de nuevo su reflejo lo recogía el asfalto para transformar las calles de Manhattan en un auténtico horno. Era como si el mismísimo diablo nos hubiera guiado hacia el mismísimo infierno.

También hoy, como aquel aciago día el tráfico era intenso, lo que venía a ser rutina en la metrópolis, aunque no excesivamente caótico, pero un ruido ensordecedor estaba colapsando la mente de Nick y amenazaba con bloquearla, dejando solo lugar a que pensamientos tormentosos fueran ganando terreno hacia lo más profundo de su alma.

Todavía no afloraban muchos recuerdos, era demasiado pronto, pero si lágrimas, lágrimas y un enorme vacío junto con las primeras sensaciones de soledad…


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