María encendió un cigarrillo y le dio dos profundas caladas antes de decirle a Vincent que por mucho que se estrujara el cerebro, no entendía las dudas que lo asaltaban. Lo intentaba pero no lo conseguía.
– Habías tomado una decisión, ¿no?. Romper con todo y empezar de nuevo –
– Es cierto, pero no sé por qué, necesito saber de que se va este asunto. Puede que sea mera curiosidad o a lo mejor es que hay algo dentro de mí que me hace actuar así, y que posiblemente explique lo que en realidad soy, cosa que por otro lado no creo que sea nada bueno. Lo siento. Hace unos días pensaba que lo tenía claro, gracias también a ti, por supuesto, pero hoy la incertidumbre me corroe –
– ¿Y qué vas a hacer? ¿Qué te propones? –
– No lo sé. Quizás no esté preparado aún para dejar de hacer lo que hacía, abandonar mi sórdido pasado, lo que me jode bastante –
– Veo que no tienes nada claro lo que le vas a decir al tipo de la carta cuando te llame –
– Pues no, la verdad es que no, y lo siento muchísimo. – Volvió a disculparse Vincent.
Solo ellos ocupaban una de las mesas de la cafetería que tanto frecuentaban últimamente, no había nadie más, lo que le confería a la situación algo de intimidad. Vincent sorbió de su taza mirando a María con impotencia y una sensación de culpabilidad empezó a inundarle por dentro. Sabía que le estaba haciendo daño. Ella con la mirada perdida no se dio cuenta de que el cigarrillo se le había consumido entre los dedos…
g_sayah