El poco tiempo que María tenía de descanso en la oficina, lo emplearon en tomar café plácidamente en un local que albergaba el mismo edificio.
– Cómo te ha ido –
– Creo que bastante bien. He salido con buenas sensaciones. En ambas empresas me han emplazado a mantener una segunda entrevista, supongo que con alguien diferente, tendrán que ir descartando candidatos, ya que yo no era el único. Ya sabes como va este tipo de historias –
– Claro, pero verás como a ti te va a ir bien. No me cabe la menor duda de que estás capacitado. No hace falta ni que te desee suerte –
– Gracias María, eres un encanto. Esperemos que tengas razón y que pronto empiece a trabajar. Todo sea por llegar a fin de mes – Bromeó Vincent.
María sonrió al tiempo que miraba su reloj – Tengo que volver a mis obligaciones. Después te veo –
– Que corto se me ha hecho –
– Lo siento cariño. A mi también –
María se despidió con un cariñoso beso y se dirigió a los ascensores. Vincent esperó desde la distancia a que ella subiera a uno de ellos, y con un ademán del brazo también se despidió antes de que se cerraran las puertas, salió del edificio y una vez en la calle, se adentró ‘bajo tierra’ para coger el metro…
g_sayah