Relato 130.0
Cristales rotos, oscuridad, restos putrefactos de comida esparcidos por el suelo, hedor, sombras, cubos de basura, más sombras, grises ratas dándose un festín, poca luz, llueve, más oscuridad… rincón apartado de miradas.
Con los ojos abiertos y la mirada perdida, su cuerpo maltratado yacía sin vida apoyado sobre un contenedor, intentando retener desesperadamente su anónima alma. Un esfuerzo inútil. Ésta abandonaría en breve aquel oscuro lugar de la ciudad, a la que había llegado buscando algo nuevo, anhelando un futuro prometedor, experiencias diferentes, trabajo, amigos… éxito.
Pero el destino es caprichoso, y mientras en la otra punta del país unos padres echaban de menos a su hijita contemplando una foto de los tres, ella, la soñadora siempre optimista, valiente y decidida, se cruzó con un arrebatador de sueños en aquel negro y tenebroso callejón.
G. Sayah
Desgraciadamente una imagen real en muchas ciudades. Me temo que cada vez más. Gracias por traerla aquí. Un saludo
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Gracias a ti. Un saludo
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