Relato 124.0
A veces es inútil el esfuerzo. Por mucho que me empeñe no lo consigo, y lo peor de todo, creo que nunca lo conseguiré.
Esta sensación de asfixia está inevitablemente conectada con mi forma de ser. No puedo respirar este rancio y viciado aire, y el poco que consigo inspirar se me antoja insuficiente y a la vez dañino.
Ignoro a partir de que día decidí que no encajaba en este lugar, un lugar que se ha convertido en una especie de ente que poco a poco me oprime, invade mi alma de manera perniciosa, y desde lo más profundo, aflora desde mi interior un sentimiento de cansancio que progresa rápidamente de manera ominosa.
Abro los ojos pero no veo.
Acaricio tu cuerpo,
no lo siento.
¡Qué ocurre!
Asustado,
miro a mi alrededor
pensando, pero no infiero.
El diablo es testigo de que lo intento…
Posiblemente, querer encontrar una Arcadia donde evolucionar, experimentar, descubrir, arriesgar… sea una utopía, pero prometo no rendirme.
G. Sayah
Cuanta sabiduria👏👏👏
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias…
Me gustaMe gusta
👏 Muy bueno
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias…
Me gustaLe gusta a 1 persona