Relato 120.0
Todavía hay esperanza. Una sociedad por recuperar, perdida en el egoísmo, sumergida en un lodo que está pudriendo un presente, hipotecando un futuro.
Prima la economía, el consumo, la opulencia, el tener más que el otro, y por supuesto, la moda de aparentar, porque lógicamente, no todo el mundo puede tener tanto, un concepto este, muy de aquí, ruedo ibérico de tambor y pandereta.
¡Al carajo lo espiritual!
A la mierda las emociones.
No importa hoy,
menos importa mañana,
solo importa lo material.
Costumbre muy ufana.
Corpóreo o abstracto, podrido o atildado, bello o innoble, real o ficticio, posible o utópico, blanco o negro, luces y sombras de un planeta al que llevamos hacia una inevitable autodestrucción. Cuestión de tiempo, un tiempo que inexorable, se agota con la compañía permanente de antítesis concatenadas…
G. Sayah