Nos enviaban de una patada a las duras calles. Los sindicatos está claro que no quisieron hacer su trabajo, defender nuestros intereses, con la mayoría de dirigentes untados. La empresa si que supo hacerlo bien. Con una reforma laboral harto beneficiosa para con sus dueños, aplicándola duramente y sin el más mínimo sentimiento de culpabilidad, una culpabilidad manifiesta y derivada de una nefasta e ineficaz gestión que condujo a una evitable suspensión de pagos, eso sí, previamente se habían beneficiado de cuantiosas ayudas públicas. Por cierto, los amigos de los que aprobaron la reforma laboral y concedieron las ayudas, ahora están sentados en el consejo de administración. Que ironía…
G. Sayah
Qué ironía, sí!
👏👏👏👏👏👏
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