Un corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente y una sonrisa iluminadora abarcó todo un curtido rostro. Ocurría cuando se giraba hacia su nieta. Su vida, su pasión, su razón de ser, la personita que con su inocente mirada y sus cariñosos abrazos le había hecho olvidar su tormentoso y silente pasado, un pasado repleto de efermedades desde muy joven, marcado por la disidencia política y la carencia de recursos afectivos necesarios. Nada de eso le importaba, es más, casi ni se acordaba cuando henchido de amor la miraba…
Microrrelatoser 67.0
G. Sayah