A la mujer…
¿Qué será lo que le ponía su madre? La respuesta era única, sin lugar a dudas… cariño, muchísimo cariño. A todo lo que decía, a todo cuanto hacía, en cada palabra, en cada gesto, siempre con una sonrisa que le iluminaba su rostro. Su personalidad desbordaba optimismo, hacía que aquel cariño se te transmitiera, inyectándote un chute de felicidad que con cualquier otro ser humano no podrías experimentar. – El vaso siempre medio lleno – decía, en contraste con el pésimo presente que vivimos, y que ella no obviaba, consiguiendo llevarlo todo con fuerza, pero sobre todo con amor.
G. Sayah
Precioso ❤
Me gustaLe gusta a 1 persona